“SIN DEPORTE Y SIN MÚSICA NO HABRÍA VIDA”

El presidente de la Asociación Atlética Estudiantes de Río Cuarto admite que irá por un nuevo período al frente del club, pero que ya piensa en un recambio generacional. Ascenso, pandemia y planes a futuro.

Alicio Dagatti aprendió a caminar en la cancha de Acción Juvenil, con la imponente imagen de la aceitera más grande del país de fondo. Dagatti cultiva el bajo perfil y piensa que el reconocimiento social y el éxito no deben cambiar a las personas. Su amor por el fútbol no fue una herencia familiar: lo fascinaron los relatos que escuchaba por la radio. Practicó el deporte, aunque no profesionalmente. Dagatti se radicó en Rio Cuarto y hace unos años preside la Asociación Atlética Estudiantes, el club más grande de su ciudad adoptiva. Cuando llegó, en el año ’81, sus padres se instalaron a pocas cuadras de la cancha, que era rival directo de su equipo. El primer fin de semana fue a ver al “Cele” y nació el idilio. Desde entonces Acción Juvenil pasó a ser un lindo recuerdo; Estudiantes, el eje de su vida en los últimos años. Si bien remarca que siempre colaboró con el club, al finalizar la gestión de Roberto Gualtieri empezó a pensar en serio en su postulación. Pensaba que podría hacer algo importante en el club, tanto a nivel institucional como deportivo. “Empezamos a trabajar, conformamos un gran grupo, fuimos codo a codo 24/7 durante año y medio”, dice hoy, orgulloso, detrás del escritorio de la presidencia del club. Agrega que fue muchísimo lo que hubo que cambiar y que recién cuando el club se estabilizó pudieron empezar a ser más firmes en lo deportivo. Además de hincha y presidente de Estudiantes, Dagatti también es fanático de San Lorenzo. Estuvo presente en el primer campeonato que ganó, en el año ’95. Y fue a la final de la Copa Libertadores de 2014: “Lo viví como un sueño, fue extraordinario. Recuerdo que lo veía a Ortigoza ahí cerquita festejando y después tenerlo acá en el club ha sido un doble placer“, rememora.

– Volvió la gente a la cancha y la pandemia hoy parece un recuerdo. Pero imagino que habrá sido duro para el club ¿Cómo se sobrepuso Estudiantes a las restricciones?

-La pandemia la vivimos de la misma manera que toda la humanidad. Creo que acá, en el país, se tomaron medidas muy apresuradas. Pero bueno, son decisiones y alguien las tenía que tomar. Después, con el diario del lunes, todos hablamos. A los clubes nos afectaron mucho las restricciones. Recién ahora la gente empezó a ir a las canchas, cuando ya hace ocho meses que se abrieron los bares, se hicieron recitales y están funcionando las confiterías. Nosotros la pasamos igual que todos los clubes. Se trabajó lo psicológico y la recuperación física de los jugadores, porque fue todo muy raro.

Dagatti comenta que durante la pandemia la mayoría de sus empresas siguieron trabajando, porque el rubro alimenticio fue considerado entre las actividades esenciales. Pero que en el club hubo que aprender sobre la marcha. Los entrenamientos se hacían vía zoom y cada jugador estaba en su casa, en muchos casos sin espacio apropiado para entrenar. Estas dificultades se vieron reflejadas en el campo de juego cuando volvió la actividad. Hubo muchos lesionados. “Tuvimos 32 lesiones en un torneo octogonal, una locura”, admite. Y anota entre sus logros que, pese al prolongado parate, el club se mantuvo ordenado a nivel económico. Aunque admite que haber estado tan cerca de ascender y no haberlo logrado es una de sus frustraciones.

-¿Cómo vivió las finales del ascenso en las que Estudiantes fue protagonista?

-Nos quedamos sin nada. Vos hacés un trabajo durante un año y en 90 minutos se te va todo. Las finales se definieron mal. No tendría que haber sido un solo partido e ir directamente a penales.

Dagatti había propuesto que las finales se jugaran en partidos de ida y vuelta. Y en caso de ser un solo partido, que hubiera alargue y después recién los penales. La mayoría optó por un solo partido y penales directos en caso de empate. Estudiantes no pudo lograr la hazaña, pero la propuesta de su presidente finalmente fue aceptada: este año los partidos definitorios son de ida y vuelta, con alargue y penales. Pero este año Estudiantes no llegó a esa instancia.

-¿Durmió la noche de la final?

-No, que voy a dormir. No dormí en dos o tres noches. Pero bueno, a las 24 horas había que ponerse a trabajar de nuevo, con un plantel caído anímicamente. A medida que pasaban los días los jugadores querían irse, tenían la necesidad de crecimiento económico y deportivo. Había que mantener a la gente con cierta expectativa durante este año y fuimos conformando un grupo de jugadores jóvenes con hambre y futuro. Se está gestando algo importante para que dentro de uno o dos podamos estar nuevamente en la final.

“Cuando el club deje de crecer no solo se va a estancar, sino que va empezar a decrecer”.

-¿Cómo fue la vuelta del público a las canchas?

-Es totalmente diferente. Le hacía mucha falta a la gente. Sin deporte y sin música no habría vida. La gente tenía necesidad y ansiedad por estar en la cancha, lo disfrutó muchísimo y los jugadores también. Es más, fue raro cuando nos tocó jugar de visitante con gente, nos habíamos acostumbrado a jugar un año y medio con las canchas vacías.

-¿Cómo evalúa su presidencia en el club? Ya va por su tercer mandato…

-Si, estamos en el tercer mandato y ahora vienen las elecciones, el seis de diciembre. Que la evaluación la hagan los socios. Uno trabaja y no piensa en la evaluación: solo trato de hacer más grande al club. Porque cuando el club deje de crecer, no solo que se va a estancar, sino que va a empezar a decrecer. Es como el comercio: desde que estamos ha crecido exponencialmente.

Descarta los rumores que hablaban de que un problema de salud le impediría ir por la reelección. “Tengo un corazón de león”, dice tajante al referirse a su salud y a su identificación con el club que preside. Dice que siempre estará ligado a Estudiantes, más allá del lugar que le toque ocupar.

-¿Irá por la reelección?

-Estamos trabajando para ver si seguimos por un periodo más. La idea es sumar gente joven y hacer un recambio en la comisión directiva incorporando algunos jóvenes para que el día de mañana ellos sean los grandes.

-Además de presidente y empresario, ¿Quién es Alicio Dagatti?

-Trato de ser un buen padre. Soy familiero, tengo cuatro hijos varones. Tres de ellos futboleros y otro no tanto. La vida familiar me encanta. También me relaja la vida de campo.

Agustín Arana

Estudiante de Comunicación Social, UNRC.

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