Centro de rescate de fauna, Parque Ecológico Rio Cuarto

Vivimos rodeados de un ambiente cada vez más vulnerable, modificado e invadido por el hombre. Éste en su deseo de poder arrasa con lo que se le atraviese en el medio, sin aceptar las consecuencias y sin pensar en quienes son los más dañados.

En este caso, el problema que nos aqueja, son los animales silvestres. Esos seres indefensos que en su afán de vivir plenamente en su espacio natural, se ven totalmente invadidos por una especie humana, que solo ha de diferenciarse con estos en su aspecto razonable y pensante. La fauna autóctona es la que siempre se ve afectada, ya sea porque el hombre invade su territorio con otras especies exóticas que desequilibran su ecosistema, porque este mismo es destrozado, o bien, porque son amenazados, por la codicia por alguna parte de su cuerpo. Aquí en este proceso lamentable es donde ingresa la razón humana salvando los propios desequilibrios que generan otros de la misma sociedad. Estos humanos se encuentran organizados, para hacer un poquito más llevadera la vida desafortunada que tienen muchos animales.

A lo largo del país, podemos encontrar muchas organizaciones diferentes con los mismos fines, pero la que abarcaremos aquí, es el Parque Ecológico Urbano de Río Cuarto (PEU). Este nació en el año 1992 puertas adentro y se dio a conocer al público en el año 1996, en conjunto con la Asociación civil Parque Ecológico, la Vecinal Villa Dalcar y la Municipalidad de Rio Cuarto. Desde su creación, siempre tuvo dos objetivos, la recepción de animales para rehabilitación (trabajo directo con cada uno revisión, cuidado, evaluación de comportamiento y estado físico con el propósito de que sean siempre liberados y devueltos a su ambiente) y educación ambiental. La fuente principal de origen fue la abundancia de tráfico de animales silvestres en la provincia, que eran decomisados por policía ambiental y no tenían un destino físico a donde parar. Es entonces que la Municipalidad de Rio Cuarto, cede 14 hectáreas para que se geste este centro de rescate de la fauna.

El parque

Este centro de rescate, cuenta con personas esenciales para la atención de cada especie como son los cuidadores y coordinadores, que se encargan de que el tránsito de cada animal, dentro del parque, se torne cada día un poco mejor. Entre ellos, destacamos la labor de 8 cuidadores que ejercen ayuda de manera totalmente voluntaria para el cuidado y mantenimiento del mismo. Cada uno de ellos tiene designado un tipo de animal, como lo son serpientes, felinos, carnívoros, corral, primates y aves. De este modo las tareas se dividen por sectores, con sus respectivos encargados, a su vez, cuentan con dos veterinarios que trabajan y están al servicio del parque y los animales en todo momento.

Uno de sus objetivos principales, busca incentivar la educación ambiental mediante el trabajo con la sociedad. Los voluntarios y coordinadores del parque, dictan cursos al público en general, haciendo mucho hincapié en escuelas (de este modo la enseñanza comienza desde la niñez) para dar a conocer los animales que están allí y, a su vez, explican que estas especies se encuentran ahí porque alguien los saco de su hábitat natural para venderlos, para domesticarlos o simplemente dañarlos, de esta forma no
pueden ser devueltos a su lugar de origen.

Es importante conocer las rutinas que manejan y quienes son los encargados de hacer cada tarea. En principio, el parque comenzó con la tenencia de pumas que eran retenidos mediante cadenas, hasta que luego se pudo lograr la infraestructura necesaria para mantener a estos animales en un lugar adecuado.

Hoy, cuenta con alrededor de 300 especies que habitan en las 14 hectáreas del mismo, algunos en semi libertad y otros ubicados en recintos. Entre estos animales podemos hallar: muflones, ciervos colorados, cabras, ñandúes, llamas, guanacos, antílopes negros, ovejas, ciervos dama, águilas mora, un oso hormiguero, una lampalagua, gatos montés, tortugas terrestres y acuáticas, un maracaná de collar, maras, coipos, carpinchos, aves, monos aulladores, pavos reales, un tapir, zorros pampeanos y muchos más. La cantidad de animales pueden variar ya que el ingreso y egreso de especies es constante. Este proceso se da en principio mediante la denuncia por tenencia ilegal de animales o básicamente son encontrados heridos en la ruta.

De este modo, la policía ambiental, se encarga de tomarlos y movilizarlos al parque o al centro de rehabilitación más cercano al ambiente donde se encuentran. Una vez que ingresan, son llevados a la clínica, en el área de cuarentena donde son atendidos y revisados; luego pasan a otra zona según la necesidad que deban cubrir, como una operación por ejemplo, y allí recién pueden ser dados de alta. Antes de esto, se evalúa si el animal puede sobrevivir en la naturaleza de origen, ya sea a nivel de comportamiento o físicamente, (es decir, si están completos y en condiciones respecto a su fisonomía, o si son capaces de comportarse de manera adecuada y acorde en su naturaleza), como ejemplo, en el caso de las Águilas Mora, que no tienen alas, no pueden volar, ya que sus alas fueron amputadas por fuertes heridas y tienen un impedimento físico de liberación; o zorros, loros, serpientes, monos y demás que, no saben comportarse en su ambiente por su gran domesticación. De acuerdo a estas evaluaciones, pueden quedar lamentablemente en el parque o ser reinsertados. Este procedimiento es realizado por policía ambiental, la única institución provincial que tiene permitido circular con fauna silvestre.

Mayra Flores

Estudiante de Comunicación Social. Esta producción fue realizada en el marco de la cátedra Multimedia.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *