Rita Beat: “Claro que yo puedo, ¿cómo no?”

La DJ local Rita Beat habla de su recorrido por la profesión y la esencia de trabajar con música

Natalia Rita Lunardi ingresa a “Guarida”, su lugar elegido para la entrevista. Se adentra y con un cálido abrazo saluda a sus amigos que allí la esperan y le prestan el espacio. Lleva con ella más de una mochila y mientras se preocupa por que quizás fue impuntual, deja todo con mucha tranquilidad en el suelo. No llegó tarde, incluso llegó antes, pero se ríe porque dice ser “tardera”.

Mientras conversa busca la sala donde quiere hacer la entrevista, le atrae una con la muestra de arte de otra colega, es una sala con mucho color y por eso la elige.

Su sonrisa acompaña un look original, sus rulos o su “melena” como ella la define combinan perfecto con unos lentes redondeados, la campera de los años 90 que su padre utilizaba como músico en sus shows y la remera de Bad Bunny que le da el toque final. La compró en una feria por eso sabe que tiene varios años y eso la entusiasma aún más.

Fanática de la música, de escucharla y de estar acompañada por ella en todo lo que hace. “Es como la luz”, expresa mientras mueve sus manos buscando las palabras justas, “es algo muy elemental para mí”.

Ella es Rita Beat, DJ de la ciudad de Río Cuarto.

Rita, por su abuela y por Santa Rita, algo que le recuerda a su infancia y le gusta que permanezca.

Desde chiquita reconoce haber centrado su atención en lo rítmico, más que en lo melódico, de ahí Beat, del golpe musical, de la medida de tiempo por segundo que se utiliza en el lenguaje técnico, pero también refiere al corazón y a sus latidos. “Es algo constante pero que lleva un ritmo. Una variante que unos amigos me decían es Rita Ritmo.”

Su experiencia con el mundo musical la remonta a la niñez, su primera vez en un escenario fue a los cuatro años y su acercamiento a la formación académica en el área inició a los once.

Hija de “Miguel Conejito Alejandro”, músico de la bailanta tropical. Recuerda guitarreadas en su casa, mucho canto, música en la radio y hasta bailar con los vecinos, “siempre se bailaba, siempre había música y todo lo que se hacía era con música”, dice.

De más grande con amigos también recuerda compartir y que se armaran bailongos, “muy casero”, aclara.

La curaduría musical:

Aunque ha realizado y realiza otros trabajos lo hace para poder desarrollarse en la profesión, y no abandona su esperanza de poder dedicarse al cien por ciento en un futuro. Los considera parte de un camino que complementa su trabajo como DJ. “Me permite comprarme mis herramientas, pagar internet, todo lo que es mantener este otro laburo paralelo y mucho más ameno para mí”, comenta.

El mundo para los DJs, se volvió más amplio y accesible desde hace cinco años según su percepción, al igual que el acceso a las herramientas.

Empezó acompañada de amigos que ya se desarrollaban en el área lo que para ella hizo que el proceso fuera más fácil, no sólo técnico y menos duro. “Empecé hace 8 años con la idea. Y me anime a hacerlo público como al año y medio de adentrarme en el lenguaje del dj, porque son programas, es como que tenés que aprender a usar herramientas y eso lleva”, se acomoda y recuerda.

-¿Porqué de todas las posibilidades, elegiste ser DJ?

En su adolescencia vio el traspaso de los distintos formatos y cuando del cd se llegó a las descargas por internet se volvió aún más fanática de buscar y seleccionar música. “De todo este mundo de música que hay, que es gigante, más ahora, sobre todo, dar una curaduría de lo que me gusta a mí. Canalizar… y me parece re interesante porque además se fusiona con la posibilidad de compartirlo con otra gente” destaca.

Las luces se apagan y ella comienza su set, los compases inician, canción tras canción construye el ambiente. Para ella sentir el ritmo es fundamental, pero por sobre todo generar movimiento. A Rita le atrae lo original, y en sus mezclas no se limita a la música comercial, más bien se guía por aquellas canciones que transmitan algo.

“Vos sos como un ambiente, lo importante se genera en el otro en cómo está viviendo esa música y sintiendo. La gente es la protagonista. A mí me encanta cuando están en la suya … ni a palo es esto de “la figura” sino al contrario, lo más lindo es cuando se pasan bailando toda la noche, cuando se generan situaciones, momentos”, exclama apasionada.

La DJ, activa en redes es descontracturada y divertida en sus posteos e historias, en ellas anuncia fechas y presentaciones, comparte algunos momentos de su vida pero además los utiliza para promover ideas, espacios y eventos culturales.

Rita ha estado presente en variados sitios de la ciudad, en fiestas como la “Wacha Party”, “La Calypso”, algunos eventos privados, ferias y movidas culturales.

De todas sus experiencias retoma una significativa; fue una fecha a la cual le costó ir por ser lejos, y a la que no asistieron muchas personas.

“Se generó como un clima super divertido, super real y disfrutado”, relata. La convocatoria no fue lo importante para ella esa noche y le permitió salirse de la lógica de las redes, de perseguir un me gusta o un follow , que si bien entiende te genera impulso, no es la esencia de su trabajo, “creo que esa es la cuestión del laburo del dj, lo que está sucediendo ahí en el momento y con otras personas.”

Rita se siente inspirada por lo original, la creatividad, tanto en la música como en los artistas que sigue. Le gusta la naturalidad, porque con ella se identifica.

“Disfruto de lo posado por una cuestión de estética, lo que sea de concepto, pero me gusta más lo suelto, lo relajado”, explica.

Se considera una persona sociable, que sabe adaptarse y con muchas ganas de conocer personas y nuevos espacios. Si bien le gusta Río Cuarto quiere deambular por lugares y con esas experiencias generar un ida y vuelta artístico.

Las luchas y su autoreconocimiento

A lo largo de su proceso de aprendizaje, sostiene que el movimiento feminista y de las disidencias son enriquecedores, a nivel sensorial y en todo.

Reconoce que las luchas han habilitado lugares, y que estos se están ocupando. Es gracias a eso que hay fuerzas por las que se siente acompañada, sobre todo en su rol como mujer dj en el que por momentos estaba un poco sola.

“A mí me paso en lo personal, el poder ocupar este lugar, por un montón de cuestiones que tienen que ver con privilegios, y es importante reconocerlos. Por mucho tiempo me fue difícil alcanzarlo, por una cuestión también de auto poderío, ¿entendés?, como de no animarme a ocuparlo”, comenta reflexiva.

Percibir la gestación del movimiento feminista a nivel global fue lo que la energizó “es como que te dan más ganas porque sabes qué”. Simula un empujón con los brazos y el cuerpo y junto con su tono de voz la fuerza la impulsa: “¡que siii, claro que yo puedo, ¿cómo no?”.

Aunque reconoce un avance, hay prejuicios que indican deben seguirse trabajando, tener una mujer o disidencia en un espacio no significa tener un adorno, ni algo que sólo se ve lindo. Y como resultado de un contexto complejo y de riesgos que ocurren en nuestra sociedad y que no le son ajenos, al momento de organizar sus fechas y espacios para asistir y participar como dj prefiere tomar recaudos y cuidarse.

Por les amigues todo:

Las fotos en su perfil de Instagram van cambiando según el momento, pero desde el 2016 hay una que permanece, una foto de ella y su grupo de amigas con las que compartió un viaje en el 2001. Cuatro niñas de 14 años fotografiadas luego de escuchar a la Bersuit en Santa Rosa. Se ríe y recuerda al instante.

“Soy como amiguera y fiel”, exclama. Rita disfruta de conocer nuevas personas, sin embargo, su círculo de amigos, amigas y amigues cercanos es reducido. “Lo doy todo, yo por les amigues todo. Son familia para mí.”

Para sus amigas, “La negra” como le dicen, tiene una energía poderosa, es buena compañera, creativa y sobre todo posee una gran capacidad para ponerse al servicio de otres. La definen como militante del arte, y de las causas justas y destacan su apoyo desde siempre a la diversidad.

Entre risas busca en su mochila una campera dorada que trajo pensando en las fotos para la entrevista. Se la regaló una de sus amigas que al ver la campera la imaginó de inmediato, puesta en ella.

La pequeña sesión de fotos con cambió de look ha terminado, nos ofrece una amable conversación y nos despide agradecida hasta la puerta de Guarida, el “mágico espacio” como ella lo describe.

Zoe Parramón Jurado

Estudiante de Comunicación Social. Esta producción fue realizada en el marco de la cátedra Comunicación Impresa Aplicada.

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