Instagram: quiero pero no debo

 Flacos, rubios, altos…¿te sentís identificado?

Esa es la imagen que Instagram busca que vos tengas. Esta plataforma no solo se trata de compartir y consumir información de otros. Los usuarios se exponen a opiniones y críticas de los demás, y a la imagen corporal y el estilo de vida que muchos influencers comparten como verdad, cuando en realidad hay filtros que la retocan.

Especialistas en salud psicológica y alimentaria afirman que el uso de las redes sociales implica cambios -no siempre positivos- en la conducta alimentaria de sus usuarios.

Ana Luz Zosso, Licenciada en Nutrición, ejemplifica esta situación de una forma muy clara: “Yo hice un desayuno, me sentí tranquila, pero fui a Instagram y una página que yo sigo subió un desayuno con porciones más chicas, entonces para mí lo que yo estoy comiendo está mal (…). Afecta en cuánto como, en cómo como, afecta en demonizar alimentos puntuales como las harinas. Hay mucha información dando vueltas que no está chequeada y que a veces no sale de fuentes nutricionales. Uno se siente muy influenciado por lo que ve y que asume como lo correcto”.

Micaela Icardi, Licenciada en Psicología, explica que a partir de la adolescencia, las personas empiezan a ver lo que pide el mundo: “Lo que el mundo me propone está lleno de estereotipos, bastante centrado en la imagen. Uno no quiere separarse de lo esperado porque se llega a una exclusión de la persona”.

De está forma, es claro que la cultura de la imagen corporal, la presión social y la publicidad de alimentos altos en calorías influyen en la preocupación por el aspecto físico y todo lo que esto conlleva.

Si bien la mayoría de los estudios sobre la influencia de Instagram en la imagen corporal están centrados en mujeres, es importante tener en cuenta que los hombres también se pueden ver influenciados por las imágenes que se muestran en las plataformas digitales. Instagram fomenta la comparación social y la exposición a imágenes y mensajes que transmiten valores y normas culturales que pueden contribuir a la insatisfacción corporal y por ende, a los trastornos de la conducta alimentaria.

Crear contenido

Pero Instagram y su algoritmo no serían nada sin los que hacen uso de ellos: los influencers. ¿Qué papel cumplen estos creadores de contenido?

A menudo, los influencers masculinos en Instagram comparten fotos y videos de cuerpos musculosos, y hacen apología a una dieta y estilo de vida fitness. De esta forma va evidenciándose esa idea de estereotipo que se transmite por las redes sociales, y se toma como normativo, como un tipo ideal.

A partir de una encuesta realizada a jóvenes de entre 18 y 25 años, 4 de cada 10 afirma que otorga credibilidad a la información que comparten los creadores de contenido, en lugar de buscar la opinión de un especialista en el tema; una de las razones que destacan entre las respuestas se relaciona con el hecho de pertenecer a esa comunidad que crea un influencer, y a la que uno se suscribe creyendo que las recomendaciones de esta persona ayudarán a cumplir con esos cánones de belleza esperados.

Los influencers en Instagram han logrado construir una base de seguidores sólida y comprometida en la plataforma. Si bien comparten con sus seguidores fragmentos de su estilo de vida, y de una belleza hegemónica, el ámbito de la alimentación ha cobrado gran importancia en los últimos años. A partir de marzo del 2020, muchas personalidades se volvieron relevantes en redes sociales a partir de compartir planes de ejercicios y consejos de nutrición a seguir durante la pandemia. Es muy importante tener en cuenta que no todos los creadores de contenido son profesionales del campo nutricional, pero muchas veces se adjudican el papel de predicadores de estándares de belleza y alimentación.

Micaela Icardi sostiene que es importante individualizar cada situación: “a diferencia de los medios más antiguos, las redes sociales tienen esta lógica de ida y vuelta, entonces los receptores se sienten parte. Uno puede pensar erróneamente que la red social hace bien o soluciona los problemas, pero no” Lo fundamental es individualizar la problemática para poder resolverla.

Azul Leonhardt, estudiante de Nutrición en la Universidad Nacional del Litoral, sostiene que cada persona tiene una composición corporal distinta, y hace hincapié en la importancia de buscar ayuda profesional: “Es fundamental para empezar a tener una buena relación con la comida y aprender a alimentarnos desde el respeto hacia nosotros mismos”.

Como dice el sociólogo David Le Breton, “Internet es el universo de la máscara”. Ese estilo de vida idealizado que se muestra en Instagram puede ser muy difícil de alcanzar para la mayoría de las personas. Las imágenes que los creadores de contenido comparten, varían entre alimentos saludables, dietas restrictivas y cuerpos hegemónicos, pero…¿Se muestra la realidad? La respuesta es incierta. Debemos recordar que los estándares pueden parecer inalcanzables, ¿por qué? Hay que tener en cuenta que con un simple click y un par de filtros, la realidad se transforma totalmente.

Para Agustín Medaglia, estudiante de Psicología en la Universidad Nacional de San Luis: “Instagram es una especie de espejo distorsionado en donde idealizamos una figura de nosotros mismos y de los demás”.

Estas imágenes hegemónicas pueden llevar a comparaciones sociales y generar sentimientos de inadecuación y presión social para seguir ciertos modelos de alimentación y ejercicio. Agustín Medaglia afirma: “los modelos de identificación y los cuerpos hegemónicos que se exhiben, impactan significativamente en cómo uno percibe su propio cuerpo, lo vivencia, lo habita”.

Presión social

Un obstáculo fundamental al que se enfrentan los hombres es la falta de apoyo social para los que sufren algún TCA; en la sociedad está instaurada la idea de que deben mostrarse como “fuertes” y las mujeres como ese género “débil” propenso a pasar por este tipo de problemas.

Azul Leonhardt, estudiante de Nutrición en la Universidad Nacional del Litoral,cuenta que desde su punto de vista estas problemáticas están saliendo a la luz por el equilibrio de igualdad de género por el que se lucha: “Al dejar de lado estos patrones de “masculinidad frágil”, se puede decir que la atención se centra en la conducta alimentaria masculina además de la femenina”.

Para Micaela Icardi los hombres también están presos de estos estereotipos: “Los pasitos que damos como sociedad son cortitos, lamentablemente aún está presente la idea de que el hombre se tiene que ocultar de estos temas”.

La falta de grupos de apoyo y comunidades en línea para hombres con insatisfacción corporal, puede impedir que busquen ayuda y reciban un tratamiento adecuado.

Ana Luz Zosso. profesional de la salud nutricional, afirma que la mujer tiene más espacios de diálogo, pero para los hombres escasean: “Cuando existen estos problemas en hombres es difícil que lleguen a tratamientos y difícil que lleguen a abordarlo”.

Las profesionales cuentan que cada vez aparecen más hombres en los consultorios dispuestos a abordar problemáticas nutricionales: “Me parece que se va notando cierto cambio, el hombre puede enfermar, el hombre puede necesitar ayuda y acompañamiento psicológico” afirma Micaela Icardi.

De esta forma se llega a la pregunta final: ¿Por qué es importante visibilizar los trastornos de la conducta alimentaria en los hombres?

Históricamente los TCA han sido considerados como problemas que solo afectan a las mujeres. Esta creencia errónea ha llevado a muchos hombres a no buscar ayuda para sus problemas de alimentación o percepción corporal. La falta de conciencia sobre estos trastornos en hombres puede llevar a una falta de investigación y recursos para ayudarlos.

Los profesionales de la salud afirman que es importante hacer un puente entre las disciplinas que puedan abordar esta problemática, y darle la importancia que merece “Desde la red social uno puede aconsejar, pero la red no soluciona el problema; uno tiene que buscar ayuda para que se provean las herramientas necesarias para un determinado caso” afirma Ana Luz Zosso.

 

Sofía Gallardo

Estudiante de Ciencias de la Comunicación, UNRC

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