Gerardo Coniglio; el youtuber campero que pasó del tractor a los escenarios del teatro
Es contratista rural, tiene 40 años, vive en Río Cuarto y forma parte del show “Las Aventuras de Pirulo”. El riocuartense relató sus comienzos en el humor, como logró llegar al lugar donde se encuentra actualmente, su pasión y amor por hacer reír a las demás personas y su experiencia con el público que lo sigue día a día.
Arranca la semana nuevamente, se vuelve a la rutina y se pueden notar las caras malhumoradas de la mayoría de la gente. Este no es el caso de Gerardo Coniglio, quien desde que entró al patio de comidas del conocido shopping “Paseo de la Ribera” se lo puede ver con su gran sonrisa y el buen humor que lo caracteriza.
Acaba de llegar de una de sus giras, donde junto a Mauro Villaverde y “El Pirulo” volvieron a agotar entradas con su show “Las Aventuras de Pirulo”.
Gerardo Coniglio, de 40 años de edad, trabaja en el campo de su familia desde pequeño y profesionalmente desde que terminó el secundario. El contratista rural riocuartense no sabía en ese entonces hasta dónde iba a llegar con sus videos arriba del tractor.
“En todo lo que pasó hasta acá, nunca espere algo, sólo deje que fluya. Siempre las cosas por algún lado llegan y si no llegan, van a llegar en su momento” – comentó.
¿Cómo pasó de “jugar a hacer radio” en el tractor a recorrer 6 provincias haciendo teatro? Fueron su humor y su creatividad las llaves para abrir las puertas a oportunidades impensadas.
– ¿Cómo comenzaron a darse tus videos de humor?
– Yo trabajaba en el campo y arranque allá por el 2008 a hacer mi primer video. Lo más loco de ese momento es que no había Instagram, Facebook, no había nada, entonces era muy difícil difundirlo. Hice mis primeros videos y los subí a YouTube, pero no tenía la forma de compartirlo, como actualmente se viraliza un video en las redes.
También por Twitter tenía una aplicación en donde se podía hacer una transmisión en vivo, se llamaba “Twitcam”. Hacia los vivos, cuando tenía buena señal en el campo, como si fuera una radio. Esos fueron mis comienzos.
Cuando apareció Facebook y demás redes sociales fue mucho más fácil compartirlo, pero llevó un tiempo de adaptación para que se pueda viralizar como se viralizan hoy las cosas.
“En todo lo que pasó hasta acá, nunca espere algo, sólo deje que fluya. Siempre las cosas por algún lado llegan y si no llegan, van a llegar en su momento”
– ¿Cómo se te dio trabajar con Mauro?
– Fue muy loco. A estos videos que yo hacía en las redes, él vio uno que era una parodia, entonces me mandó un mensaje por Instagram felicitándome por mí contenido. Yo lo seguía a Pirulo, sin conocerlo, y, en ese momento, nos contactamos y coordinamos en hacer un vivo juntos. Era época de pandemia, donde todo el mundo hacía lives. Así fue como empezamos a hacer transmisiones en vivo en mayo de 2020 y nos conocimos personalmente recién en julio, por ende, estuvimos 2 meses sin conocernos en persona.
– ¿Cómo fue pasar de hacer videos a estar en el teatro?
– Al principio lo tomamos como un juego. Al llegar a Carlos Paz ganamos premios, empezamos a estar en carteleras compartiendo con elencos de todo el país, entonces nos dimos cuenta que teníamos que profesionalizarnos cada vez más.
– ¿Alguna vez pensaste que ibas a llegar tan lejos?
– No, para nada. Porque lo que yo hacía en el campo era una cuestión de hobbie para divertirme y no buscaba un efecto de que la gente me conozca por lo que hacía, sino que era una cuestión de distenderme y mostrarlo.
A mí no me gusta esa situación en la que vos llegas a cualquier lugar y la gente está con mala cara o de mal humor en el trabajo y siempre decía “tengo que hacer algo para que a donde vaya, a donde esté, genere un cambio en eso”. Entonces, en los primeros momentos lo hice para demostrarle a la gente que, en el campo, que es un lugar de mucho trabajo, si se puede trabajar divirtiéndose. Ese fue mi primer objetivo, y todo lo que vino después no lo pensé ni lo soñé nunca.
– ¿Desde siempre te gustó la actuación y el humor?
– Si, desde siempre. De chico cuando iba al primario me encantaba participar de los actos escolares. De grande, era muy adicto a la tecnología, a la computadora, siempre me gustaron esas cosas, entonces cuando empezó a aparecer el celular y demás me la pasaba todo el tiempo grabando videos de humor.
“Lo que uno siente y ama, por lo general, le va a traer buenos resultados, porque lo hace con pasión y eso es, en gran parte, la clave del éxito”
El humorista agregó que esa pasión que tiene por la actuación y el humor no viene de su familia, “Mi abuelo no tenía nada de humor”, comentó entre risas. Además, añadió que los videos surgieron cuando él ya era grande, admitiendo que, si en el 2008 hubieran existido las tecnologías que hay actualmente, hubiera arrancado de mucho más chico. En cuanto a su familia, Gerardo relató que se tomaron muy bien el hecho de que cada día se está haciendo más conocido. Pero, hasta el momento, no logran dimensionarlo. “Muchas de las cosas que nos pasan, se dan en giras o en lugares donde estamos alejados de la familia, entonces no dimensionan lo que pasa, hasta que no van a algún show”, contó. Además, añadió que en su equipo de trabajo son 7 personas y tienen shows todos los fines de semana, por lo que no pueden transportar a la familia todo el tiempo, “Es complicado, pero lo toman re bien y además nos han bancado desde el primer momento y eso es lo principal” afirmó el contratista rural.
“Mi hermano más grande siempre me decía “deja de perder tiempo haciendo esas pavadas”. Gracias a Dios nunca le hice caso y hoy lo jodo demostrándole hasta donde llegaron esos videos”
– ¿Cómo te tomas los comentarios mala onda que te tiran algunas personas? ¿Te afecta?
– No, para nada. Porque siempre entendí que detrás de las redes sociales hay un montón de gente que se escuda a través de un usuario para sacar el mal trago que vive a diario, entonces lo tengo muy asumido. Trato de no prestarle mucha atención, salvo que sea una crítica constructiva.
Además, me gusta mirar el vaso medio lleno y me quedo con la gran mayoría de la gente que me tira buena onda.
– ¿Es difícil hacer humor hoy en día?
– Es muy difícil. No se puede hablar de política, de religión, de fútbol muy poco. Sin embargo, lo que a nosotros nos permite hacer todo esto es Pirulo, es imposible enojarse con Pirulo porque es un muñeco.
Nos ha pasado que en el teatro han llegado a venir 4 generaciones en la familia; hijos, padres, abuelos y bisabuelos, y eso es más difícil todavía, hacer un humor sano, pero nosotros pudimos generarlo, sin pasar la raya y con respeto.
Destacó que tanto él como Villaverde, disfrutan del vínculo establecido con sus seguidores. “Terminamos el show y tenemos 1 hora de fotos” añadió. También contó que todos los días se queda hasta tardías horas de la noche respondiendo mensajes, “Nunca llegó a terminar, pero me gusta tener ese vínculo con la gente” concluyó Gerardo.