“El detrás de escena de la música local”

Al ir a un show vemos a lxs musicxs arriba del escenario pero que ellxs puedan estar ahí arriba no es tan simple como parece, es una lucha constante poder demostrar el arte en Río Cuarto.

Subís al escenario, ves como toda la atención del lugar se centra en vos; te dejas llevar pese a los nervios y comenzás a dar el show. De pronto, la energía del lugar comienza a sentirse de una manera indescriptible, simplemente, es un disfrute pleno; el público entretenido con vos y vos dándolo todo para que el arte de la música recorra cada rincón del lugar, y se transmita en cada persona presente.  Esas sensaciones tienen lxs artistas cada vez que suben al escenario, pero algunxs no pueden gozar de ello, ya que no encuentran espacios para expresarse en la ciudad. 

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Si bien, lxs musicxs locales disfrutan lo que hacen, conseguir el espacio para poder expresarse se torna complicado. Podemos encontrar una variedad de lugares en Río Cuarto, tales como C.C. Leonardo Favio, Viejo Mercado, Ojo de Barro, El Hormiguero, Elvis, entre otros bares; pero, no terminan siendo suficientes en cantidad y sobretodo, en calidad para que se pueda expresar el arte en la ciudad.                                                         

Esta problemática se debe a varias razones: malas administraciones, cuestiones de negocios y por una falta de interés hacia la cultura. En este 2020 apareció un nuevo obstáculo: el coronavirus, que provocó la suspensión de recitales.

El cantante y guitarrista, Julián Wagner, hace 20 años que se dedica a la música y hace 16 años que es miembro de la “Kingston Jam”. En su trayectoria, hubo momentos en los que había varias opciones para tocar y otros momentos en donde no había más que un solo bar. “En los últimos tiempos esto ha ido en disminución” dijo Wagner.

Julián Wagner, integrante de la Kingston Jam

“Yo me acuerdo que 10 años atrás eran infinidades de centros culturales y ahora no se cuenta con muchos. También se fueron monopolizando en Río Cuarto” cuenta Dianela Tenreyro, que se dedica a la música desde muy pequeña: empezó el conservatorio de oyente a los 6 años, hizo el coro infanto-juvenil y tiene la experiencia de haber llevado su música hasta Parati, Brasil. 

El lado A y B de la industria

El sonidista te trata mal, no te retribuyen lo suficiente, se sufre una degradación, o simplemente estas en su escenario porque necesitan poner a una banda. Esos son algunos de los reclamos que hacen lxs artistas cuando tocan en los bares privados que tienen mayor trayectoria en Río Cuarto, y manejan el monopolio musical en la ciudad. 

“Uno de los mayores problemas que podes tener, es que si formas parte de una banda muy reciente, los espacios con mayor fama no te suelen dar pelota porque no generas plata. En general, si no te vas a un lugar under te van a tratar mal, porque son lugares que manejan más plata” así describe la situación Juanse Cejas, bajista de los “Perfect Strangers“.

“En la ciudad hemos tenido muchas fechas en bares privados donde más que apoyados sentimos que pudimos negociar” expresa Julián de la Kingston.                               

Diane Tenreyro, agregó que podes sentir apoyo en centros culturales comunitarios como “El Hormiguero”, lugares que se fueron haciendo por y para la gente –aclara que no son espacios del gobierno-. Pero, que estos centros se van disminuyendo debido a que Edecom se encarga de cerrar cada lugar que se opone a la monopolización.   

“No me dejan ni tocar 

la de siempre otra vez

no me dejan ni cantar

denunciaron otra vez

                …

Miren todos ya llego

el rey del rock and roll

paseando otra vez

en el móvil de edecom”                       

Esta es la letra de una canción compuesta por Juancho Marchio, cantante y guitarrista local, actualmente forma parte de la banda “Salas Velatorias”. Compuso el tema después de haber pasado una mala noche después de que Edecom cancelara un show a minutos de empezar, en un bar que recién comenzaba a introducirse como un espacio para que lxs artistas puedan demostrar lo que hacen. 

Juancho Marchio, integrante de Salas Velatorias

Por fuera tiene pelo largo y oscuro, ojos verdes que roban la atención; por dentro tiene una creatividad que le permitió componer una canción que lo hizo formar parte del programa “Música con Flow”- nuevo espacio de la plataforma digital  de Cablevisión-  él es Juli Biar, músico, cantante y productor riocuartense. Hace 6 años que emprende en la música y esa trayectoria le hizo llegar a un pensamiento positivo sobre porque lxs músicxs locales deben ser parte de la industria.

“No nos consideran ni nos consideramos una industria. No nos queremos creer eso, hasta nos parece una mala palabra pero cuando analizas a artistas que han podido prosperar con su arte, han entendido que pertenecen a una industria, como alguien que fabrica autos, que produce muebles, o hace mermeladas artesanales. Nuestra industria es la del entretenimiento, al igual que un youtuber, un circo, o el cine. Eso no es malo” explica Biar.

Cuenta el músico, que cuando los artistas comiencen a verse como una industria más, van a poder trasladarlo a la sociedad, y recién ahí el estado los considerará una industria que puede generar fuentes de trabajo, dar de comer a familias, enriquecer culturalmente a una sociedad. 

La pandemia y lxs musicxs

“La estamos batallando día a día para encontrarle la vuelta a toda esta situación, estamos floreciendo desde el barro, como la flor de loto” dijo Wagner, la voz de la “Kingston Jam”.

Las consecuencias principales de la pandemia han sido económicas porque a partir de los shows en vivo lxs musicxs conseguían dinero que les ayudaba a solventarse, pero además de eso, les afectó anímicamente, ya que el contacto que tienen con el público los retroalimenta energéticamente para seguir adelante.

Joaquin Lusa, aunque reconocido solo por su apellido, lleva ropa suelta y siempre una gorra o piluso en la cabeza y al freestyle en su corazón, expresa: “Yo personalmente extraño un montón sonar en vivo, estar arriba de un escenario, escuchar a los pibxs corear mis temas, conectarme con ese lindo momento. Por otro lado, se restan posibilidades de hacer conocida la movida y generar de algún modo un crecimiento cultural”.

Por otro lado, la mayoría de lxs artistas riocuartenses pudieron tener momentos de autorreflexión para poder resolver ciertos conflictos que no podían atender cuando había actividades normales; conocieron nuevas vías para poder seguir haciendo música y hasta planificar tranquilxs lo que serán o harán cuando todo esto pase.  

“Me dio mucho empuje para componer, terminé armando una banda por WhatsApp las “Jaguar Roots”, un sueño que tenía postergado hace mucho tiempo” contó Diane Tenreyro. 

Desde el municipio, Diego Formia subsecretario de Cultura contó que en la pandemia se ha hecho lo que se denomina “cultura solidaria” haciendo producciones con artistas locales. Muchas de esas son producciones musicales, fueron creadas para este contexto de virtualidad en un canal de YouTube. “Cambiamos un poco ese trabajo que se hacía en las salas con público presencial a un trabajo de lenguaje televisivo con un público a distancia” comenta Formia.

En este marco de cultura solidaria se pagaba un seguro de artista y  tenían la posibilidad de vender entradas solidarias, algunas bandas lo hacían a beneficio de alguna organización social, o aquellxs que estaban mejor desde lo económico dejaban todo su beneficio para lxs compañerxs que estaban más complicadxs.

“La verdad que una experiencia intensa: difícil por el contexto pero al mismo tiempo enriquecedora” agregó el subsecretario de cultura.

También, desde el municipio están trabajando en la posibilidad de hacer espectáculos al aire libre y ya salió desde la Nación un protocolo para dichos espectáculos, que requiere la capacidad de hasta cien personas, una distancia de 4 m2 entre cada espectadorx y habilitarán “burbujas sociales”.

¿Cómo generar un crecimiento cultural?

Hay una tendencia de artistas que cree que deben generarse más espacios para expresar el arte en la ciudad, pero que no sirve de nada si suman en cantidad y no en calidad. Además, piensan que quienes están encargadxs de la parte cultura de la municipalidad, no tienen el conocimiento que se necesita para poder generar ese crecimiento debido a que el municipio integra a personas que no están actualizadxs sobre el tema. “Son ideas interesantes pero las llevan a cabo como si las hubiese hecho mi abuelo, hay cosas que ya no se hacen y nosotros en Río Cuarto estamos siempre desfasados por eso, muy desfasados” expresa Juanse Cejas.

Wagner, de la Kingston, cree que para que haya un crecimiento real de la cultura, debe haber un compromiso de las gestiones políticas actuales para que se generen más lugares donde se pueda mostrar el arte y que esos lugares estén aptos legalmente, aptos para los músicos y espectadores y que el trabajador de la música pueda hacerse valorar, pueda trabajar de eso.

Dijo Wagner que: “desde el lado de los músicos siempre estamos proponiendo cosas, siempre estamos pidiendo audiencias para proponer cosas y no se nos escucha; si se escucha a algún músico es porque son amigos de ellos y nada más”.

Dianela, hace un pedido a lxs riocuartenes: que sientan el amor por el arte, que se den cuenta de lo que tienen al lado, que valoren la música local.

“Tengo fé que en un futuro Rio Cuarto va a tener más oportunidades para todxs lxs artistas que quieran crecer con su arte, y no van a tener que irse a otra ciudad o país para que eso sea posible. Para eso es muy necesario cambiar nuestra propia percepción como rol y elemento de una sociedad y ser abiertxs a ideas nuevas que funcionen. Una buena herramienta es ser curiosx e investigar cómo funcionan el arte y lxs artistas que prosperan en otros lugares” dijo Juli Biar.

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