Haloween de 1974
“El tipo puede hacer cualquier cosa para ser distinto; puede cambiar de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar; no puede cambiar de pasión”- El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella.
General Villegas tiene tres clubes de fútbol de fuerte raigambre popular: Atlético, Sportivo y Eclipse. El campeonato de 1974 tuvo una de las más insólitas definiciones que se recuerden. Atlético tuvo un comienzo prometedor con una victoria y dos empates. En la cuarta fecha empieza la debacle, tras perder de local 3 a 0 con Larroudé FC. Jugadores e hinchada, considerando parcial la labor arbitral; en repudiable actitud, los agreden físicamente al final. El tribunal de penas fue drástico: parte del plantel y estadio suspendidos.
Sportivo, en caballeresca actitud, cede su cancha para lo que queda del campeonato. Atlético, mirando a todos desde el fondo logra llegar a la última fecha.
El Club Sportivo Villegas puntero, buscaba el bicampeonato con un Larroudé FC que nunca había salido campeón, punto abajo. En esa época, partido ganado daba dos puntos y empate daba uno.
El sábado primero de Noviembre (día de los fieles difuntos), Atlético de vuelta en su estadio, recibe al puntero que iba a dar la vuelta. El domingo, Larroudé FC, para cumplir, recibía a Buchardo FC.
Conmovedor despliegue de la gente local; últimos, pero darían todo. Entra la terna arbitral, recibido con un “Referí, referí, no se deje sobornar, que los cheques de Oscar Lago (acaudalado presidente de Sportivo) no los va a poder cobrar”. El visitante por su parte había llevado una escoba gigante, con sus colores, para “barrer” a su rival.
A los 10 minutos aparece el diez de la visita, Rubén Zambianchi, para poner el 1 a 0. A los 44 minutos llega el contragolpe de Atlético; Herrera, convaleciente de una operación de meniscos, y con la pierna sana clava el 1 a 1.
Febriles movimientos en la tribuna local. Aparece un ataúd, con la camiseta número 7 de Sportivo, que el “oveja” Álvarez, a préstamo en el 73, les facilitó. Un ensordecedor “Atención, atención, en el día de los muertos, les trajimos el cajón”.
Herido, Sportivo acorrala al rival, y solo por varios milagros no convierte otro tanto. A los 37 minutos, el segundo córner del partido, a favor de Atlético. El “oveja”; sí, el de la 7; con rosca al centro del área y Halatino de cabeza sacude las mallas. Incredulidad total; y sí, ganó Atlético 2 a 1.
La noticia viaja como reguero de pólvora por la ruta Nacional 188 hasta la Pampeana Larroudé. Atlético en pleno festejo; hinchas y jugadores viajan ese domingo y son esperados en la ruta. En multitudinaria caravana hasta el estadio, donde entran como héroes.
En el siguiente enlace podrán visitar uno de los clásicos más recientes, también ganado por Atlético.